2014
Instalación de cuatro piezas –y 6.353 letras– de fieltro de lana natural calado a mano
184 x 290 cm cada pieza de fieltro
Solo Show
ARCO Feria de Arte Contemporáneo, Madrid, España
2014
En este proyecto se mantienen dos constantes de mi trabajo, estas son: la investigación en torno al medio fotográfico y la utilización del fieltro de lana como material que da cuerpo a las imágenes. En este caso puntual, el trabajo de traducción de la imagen fotográfica hacia el fieltro por medio del corte manual, busca dar cuenta de la pérdida de información de la imagen de referencia de una forma distinta a la trabajada anteriormente, de modo que en este proyecto no es la falta de foco la que elimina parte de la información, sino los errores en la traducción de la misma, en imágenes de alto contraste.
En términos temáticos este proyecto es parte de una serie de trabajos recientes donde he incorporado el texto como problema central en la imagen; esto, desde sus aspectos formales –en tanto se da cuenta de su origen fotográfico a través de la utilización del objeto-libro– y también desde el contenido temático que se aborda al utilizar un fragmento del capítulo titulado “Still life / Style leaf” del libro “Lo infraordinario”, de Georges Perec. La presencia de este relato, que describe detalladamente todos los objetos presentes sobre su escritorio, tiene como objetivo constituirse en una otra “imagen” que permite la reflexión en torno a una observación exhaustiva de lo infraordinario.
La imagen del texto-libro, desplegada a lo largo de los muros del espacio de exhibición, reproduce la puesta en abismo que el relato propone, en la medida que la misma descripción que se hace del escritorio –y el espacio que lo rodea–, se encuentra ya escrito en la página que yace sobre el mismo. De este modo, el fieltro alberga la imagen del libro que presenta la écfrasis propuesta en el texto, constituyéndose en una nueva imagen material. Desde ella se desprenden –como una metáfora concreta– una a una, cada letra que construye su relato, apilándose en el suelo, bajo cada página de fieltro.
En este sentido, la prominencia literaria de este texto permite abordar aquello que pasa comúnmente inadvertido, que pareciera no tener relevancia alguna, pero que sin embargo, es parte vital de nuestra relación con el mundo que nos rodea.
STILL LIFE / STYLE LEAF
El escritorio sobre el que escribo es una antigua mesa de joyero, de madera maciza, provista de cuatro grandes cajones y sobre cuya superficie, ligeramente aplanada con respecto a los bordes, sin duda para impedir que las perlas que en otra época se calibraban sobre ella caigan al suelo, se despliega un paño negro de una textura extremadamente tupida. Está iluminada por una lámpara articulada, de metal azul, con pantalla cónica, fijada por una especie de abrazadera a uno de los estantes habilitados en la pared, a la izquierda y un poco hacia adelante de la mesa. En el extremo izquierdo de la mesa se encuentran dos bandejas rectangulares, de vidrio grueso, dispuestas una junto a otra. La primera contiene una goma blanquecina sobre la que está escrito en negro STAEDTLER MARS PLASTIC, un cortaúñas de acero pulido, un librito de cerillas que muestra sobre un fondo amarillo anaranjado un dibujo estilo Vasarely, una calculadora marca CASIO en la que el número 315308, leído al revés, forma la palabra BOESIE, una especie de joya compuesta de dos minúsculos cocodrilos entrecruzados, un pez de latón con los ojos de vidrio cuya aleta ventral es una manivela que permite desenrollar y volver a enrollar el metro de sastre disimulado en el interior de su cuerpo y cuyo extremo no es otro que la cola móvil del animal y, ensartadas sobre un fino pedazo de cartón, tres medallas que representan muy delicadamente hojas y bellotas de encina, sobre las que aparece grabado respectivamente: «SEBÁSTOPOL», «TRAKTIR» y «ALMA». La segunda contiene un MULTI PURPOSE SNAP OFF BLADE CUTTER MADE IN JAPAN marca OLFA, unas pinzas de depilar, un encendedor desechable sobre el que está escrito L’AUTOMOBILE, un rotulador grueso verde, un rollo de cinta adhesiva, una goma blanquecina (sin inscripciones), un pequeño abrebotellas de acero con mango de nácar, un sacapuntas, un rascador de acero con mango de plástico que imita concha, y una serie de cuadraditos recortados más o menos regularmente en cartón duro; el de más arriba lleva, trazada con rotulador negro, la letra C. Ante estas dos bandejas encontramos, de izquierda a derecha: una caja de cerillas troncocónica, decorada sencillamente con dos franjas de un verde suave, que contiene una treintena de fósforos de azufre; un cenicero minúsculo de redondo de cerámica blanca cuya decoración, en la que predominan los verdes, representa el monumento a los Mártires de Beirut, es decir, por lo que la precisión del dibujo permite adivinar, en el centro de una plaza bordeada de edificios modernos, ornamentada con cedros y palmeras, sobre un zócalo de piedra cuyas tres caras visibles están decoradas por coronas de flores rojas, se alzan tres figuras de bronce: un hombre herido, tumbado sobre el costado, intentando incorporarse tendiendo la mano y, por encima de él, encaramado sobre un bloque de piedra sin forma definida, una mujer que, cubierta por un vestido del que cuelga una manga, tiende un brazo en cuyo extremo empuña un ramo de flores (o una antorcha) y con su otro brazo sujeta por el hombro a un niño pequeño aparentemente vestido con un simple paño alrededor de las caderas; una caja medio vacía de cincuenta puritos de marca NIC HAVANE; un rompecabezas compuesto de doce piececitas de madera que se encajan las unas en las otras de modo que forman una esfera y un cenicero de gres verde, con algunas huellas de rosa y de marrón, que contiene las cenizas y colillas de unos seis puritos. El fondo izquierdo de la mesa lo ocupan una caja redonda de madera torneada, provista de su tapadera, y dos platillos: el más grande, de madera color castaño, contiene monedas (sobre todo de 1 franco francés); el más pequeño, de madera oscura, contiene un botón de nácar, un dado de plástico azul cuyas dos caras visibles llevan respectivamente dos y tres puntos blancos, un clip, unas pinzas de dibujo sobre las que está escrito POSSO PARIS, dos alfileres y dos pesas de cobre en forma de pirámide truncada, que pesan respectivamente cincuenta (250 quilates métricos) y veinte (100 quilates métricos) gramos. Delante de esos tres objetos se alinean varios corales y minerales: un ágata con irisaciones ocres y verdosas, una piedra roja, un trozo de coral que evoca una garra de pájaro o una mano de tres dedos, otro fragmento de coral con aire de manopla, el brillo de una esmeralda, de un verde más bien apagado, atrapado en una ganga brillante y negra y un bloque de pirita cuyos innumerables cristales cúbicos muy finamente estriados brillan con un destello metálico. A la derecha de la mesa, sobre una pila de hojas de papel de un formato poco habitual (unos 40 x 30 cm), se amontonan cinco carpetas rosas o verdes llenas de modo dispar. En la de más arriba aparece escrito, con rotulador negro: Corresp urgente. Delante de esta pila de carpetas se hallan dos blocs de notas, uno verde, el otro amarillo, ambos bastante gastados, y algunas hojas sueltas. En una de ellas, de color amarillo, se puede leer un comienzo de enumeración –Newton, el príncipe Alberto, Tarzán y el dolor de muelas, el Dr. Pluvial, dentista, Escarabajo– cuya continuación está recubierta prácticamente al completo por otra hoja de papel, blanca, sobre la cual las letras O, A, M, R y L rematan líneas de destinos diversos: la línea O continua recta, las líneas A y M se acercan para después alejarse, las líneas R y L, durante mucho tiempo paralelas, acaban por volverse a juntar. La parte baja de este esquema está a su vez recubierta por una agenda en una funda de cuero negro abierta por la doble página, con la esquina inferior izquierda despotricada, del domingo 30 y el lunes 31 de marzo (respectivamente semana n˚13, San Amadeo de S., Sol 6 h 34 19 h 17 y semana n˚14, San Benjamín, luna llena); la agenda lleva dos indicaciones manuscritas: una con tinta –llamar a Marie– situada alrededor de las 15 horas, la otra a lápiz –Marie Chaix– hacia el final de la página. En la parte delantera de la mesa hay un pequeño mueble de madera, de unos cuarenta centímetros de largo, de quizá doce de alto, que posee cuatro filas superpuestas de seis cajones y una encimera en forma de caja. Sobre la tapa de este mueble se disponen: a la derecha, un puzzle de tres dimensiones compuesto de dos cajitas de madera llenas de paralelepípedos y de cubos de dimensiones todas diferentes; en el centro, un despertador electrónico de cuarzo, de marca SATEK, que indica actualmente AM 10:18; a la izquierda, un juego llamado DE BONO L-GAME, que consiste en un damero metálico de cuatro casillas por cuatro sobre el que se pueden desplazar diversas piezas imantadas de colores azul, amarillo o verde; un cierto número de pequeños objetos de acero están pegados a esas piezas imantadas: una chincheta, dos pinzas «Aclé» del n˚1, una cuchilla de afeitar montada en un soporte delgado, tres clips, una horquilla para el pelo. A la izquierda de este mueblecito hay un bote cilíndrico, de loza gris claro, decorado con dos guirnaldas de flores azules entre las que está escrito CAFÉ, lleno de unos treinta lápices negros, lápices de colores, rotuladores, bolígrafos y utensilios varios: un par de tijeras, un abrecartas, un cúter, un portaminas. A la derecha, un vaso recto de fondo grueso parcialmente lleno de canicas de vidrio entre las que están metidos diez portaplumas. En primer plano, destacando claramente sobre el paño negro de la mesa, se encuentra una hoja de papel cuadriculado, de formato 21 X 29,7, casi totalmente cubierta por una escritura exageradamente abigarrada, y en la que se puede leer: El escritorio sobre el que escribo es una antigua mesa de joyero, de madera…
2014
Installation of four pieces –and 6.353 letters– of natural wool felt cut out by hand
184 x 290 cm (6 ft x 9,5 ft) each
Solo Show
ARCO Feria de Arte Contemporáneo, Madrid, España
2014
In this new project, two constants in my work remain; these are, on one hand the investigation around the photographic medium and, on the other, the use of wool felt as the material that embodies the images. In this specific case, the translation of the photographic image to the felt by manual cutting, seeks to account for the loss of information of the reference image in a different way to previous works, so in this project is not a lack of focus which removes some of the information but errors in the translation thereof, in high-contrast images.
In thematic terms, this project is part of a series of recent pieces where the text is a central problem in the image; that, from its formal aspects –as it shows its photographic origin through the use of object-book– and also from the thematic content that is addressed by using an excerpt from the chapter entitled “Still life / Style leaf” of the book “The Infraordinary”, by French writer Georges Perec. The presence of this story, which describes in detail all the objects on his desk, aims to become a new “image” that allows reflection on extensive observation of the infraordinary.
The image of the text-book, deployed along the walls of the space, reproduces the mise en abyme that the story suggests, to the extent that the same description given of the desk –and the space around it–, is already written on the page that lies on it. Thus, the felt houses the image of the book which presents the ekphrasis proposed in the text, constituting a new material image. From it emerge –as a concrete metaphor– one by one each letter that builds the story, piling up on the floor under each page of felt.
In this sense, the literary prominence of this text, allows to address what commonly passes unnoticed, that which does not seem to have any relevance, but nevertheless it is a vital part of our relationship with the world around us.
*below the spanish version of the text used in the artwork:
STILL LIFE / STYLE LEAF
El escritorio sobre el que escribo es una antigua mesa de joyero, de madera maciza, provista de cuatro grandes cajones y sobre cuya superficie, ligeramente aplanada con respecto a los bordes, sin duda para impedir que las perlas que en otra época se calibraban sobre ella caigan al suelo, se despliega un paño negro de una textura extremadamente tupida. Está iluminada por una lámpara articulada, de metal azul, con pantalla cónica, fijada por una especie de abrazadera a uno de los estantes habilitados en la pared, a la izquierda y un poco hacia adelante de la mesa. En el extremo izquierdo de la mesa se encuentran dos bandejas rectangulares, de vidrio grueso, dispuestas una junto a otra. La primera contiene una goma blanquecina sobre la que está escrito en negro STAEDTLER MARS PLASTIC, un cortaúñas de acero pulido, un librito de cerillas que muestra sobre un fondo amarillo anaranjado un dibujo estilo Vasarely, una calculadora marca CASIO en la que el número 315308, leído al revés, forma la palabra BOESIE, una especie de joya compuesta de dos minúsculos cocodrilos entrecruzados, un pez de latón con los ojos de vidrio cuya aleta ventral es una manivela que permite desenrollar y volver a enrollar el metro de sastre disimulado en el interior de su cuerpo y cuyo extremo no es otro que la cola móvil del animal y, ensartadas sobre un fino pedazo de cartón, tres medallas que representan muy delicadamente hojas y bellotas de encina, sobre las que aparece grabado respectivamente: «SEBÁSTOPOL», «TRAKTIR» y «ALMA». La segunda contiene un MULTI PURPOSE SNAP OFF BLADE CUTTER MADE IN JAPAN marca OLFA, unas pinzas de depilar, un encendedor desechable sobre el que está escrito L’AUTOMOBILE, un rotulador grueso verde, un rollo de cinta adhesiva, una goma blanquecina (sin inscripciones), un pequeño abrebotellas de acero con mango de nácar, un sacapuntas, un rascador de acero con mango de plástico que imita concha, y una serie de cuadraditos recortados más o menos regularmente en cartón duro; el de más arriba lleva, trazada con rotulador negro, la letra C. Ante estas dos bandejas encontramos, de izquierda a derecha: una caja de cerillas troncocónica, decorada sencillamente con dos franjas de un verde suave, que contiene una treintena de fósforos de azufre; un cenicero minúsculo de redondo de cerámica blanca cuya decoración, en la que predominan los verdes, representa el monumento a los Mártires de Beirut, es decir, por lo que la precisión del dibujo permite adivinar, en el centro de una plaza bordeada de edificios modernos, ornamentada con cedros y palmeras, sobre un zócalo de piedra cuyas tres caras visibles están decoradas por coronas de flores rojas, se alzan tres figuras de bronce: un hombre herido, tumbado sobre el costado, intentando incorporarse tendiendo la mano y, por encima de él, encaramado sobre un bloque de piedra sin forma definida, una mujer que, cubierta por un vestido del que cuelga una manga, tiende un brazo en cuyo extremo empuña un ramo de flores (o una antorcha) y con su otro brazo sujeta por el hombro a un niño pequeño aparentemente vestido con un simple paño alrededor de las caderas; una caja medio vacía de cincuenta puritos de marca NIC HAVANE; un rompecabezas compuesto de doce piececitas de madera que se encajan las unas en las otras de modo que forman una esfera y un cenicero de gres verde, con algunas huellas de rosa y de marrón, que contiene las cenizas y colillas de unos seis puritos. El fondo izquierdo de la mesa lo ocupan una caja redonda de madera torneada, provista de su tapadera, y dos platillos: el más grande, de madera color castaño, contiene monedas (sobre todo de 1 franco francés); el más pequeño, de madera oscura, contiene un botón de nácar, un dado de plástico azul cuyas dos caras visibles llevan respectivamente dos y tres puntos blancos, un clip, unas pinzas de dibujo sobre las que está escrito POSSO PARIS, dos alfileres y dos pesas de cobre en forma de pirámide truncada, que pesan respectivamente cincuenta (250 quilates métricos) y veinte (100 quilates métricos) gramos. Delante de esos tres objetos se alinean varios corales y minerales: un ágata con irisaciones ocres y verdosas, una piedra roja, un trozo de coral que evoca una garra de pájaro o una mano de tres dedos, otro fragmento de coral con aire de manopla, el brillo de una esmeralda, de un verde más bien apagado, atrapado en una ganga brillante y negra y un bloque de pirita cuyos innumerables cristales cúbicos muy finamente estriados brillan con un destello metálico. A la derecha de la mesa, sobre una pila de hojas de papel de un formato poco habitual (unos 40 x 30 cm), se amontonan cinco carpetas rosas o verdes llenas de modo dispar. En la de más arriba aparece escrito, con rotulador negro: Corresp urgente. Delante de esta pila de carpetas se hallan dos blocs de notas, uno verde, el otro amarillo, ambos bastante gastados, y algunas hojas sueltas. En una de ellas, de color amarillo, se puede leer un comienzo de enumeración –Newton, el príncipe Alberto, Tarzán y el dolor de muelas, el Dr. Pluvial, dentista, Escarabajo– cuya continuación está recubierta prácticamente al completo por otra hoja de papel, blanca, sobre la cual las letras O, A, M, R y L rematan líneas de destinos diversos: la línea O continua recta, las líneas A y M se acercan para después alejarse, las líneas R y L, durante mucho tiempo paralelas, acaban por volverse a juntar. La parte baja de este esquema está a su vez recubierta por una agenda en una funda de cuero negro abierta por la doble página, con la esquina inferior izquierda despotricada, del domingo 30 y el lunes 31 de marzo (respectivamente semana n˚13, San Amadeo de S., Sol 6 h 34 19 h 17 y semana n˚14, San Benjamín, luna llena); la agenda lleva dos indicaciones manuscritas: una con tinta –llamar a Marie– situada alrededor de las 15 horas, la otra a lápiz –Marie Chaix– hacia el final de la página. En la parte delantera de la mesa hay un pequeño mueble de madera, de unos cuarenta centímetros de largo, de quizá doce de alto, que posee cuatro filas superpuestas de seis cajones y una encimera en forma de caja. Sobre la tapa de este mueble se disponen: a la derecha, un puzzle de tres dimensiones compuesto de dos cajitas de madera llenas de paralelepípedos y de cubos de dimensiones todas diferentes; en el centro, un despertador electrónico de cuarzo, de marca SATEK, que indica actualmente AM 10:18; a la izquierda, un juego llamado DE BONO L-GAME, que consiste en un damero metálico de cuatro casillas por cuatro sobre el que se pueden desplazar diversas piezas imantadas de colores azul, amarillo o verde; un cierto número de pequeños objetos de acero están pegados a esas piezas imantadas: una chincheta, dos pinzas «Aclé» del n˚1, una cuchilla de afeitar montada en un soporte delgado, tres clips, una horquilla para el pelo. A la izquierda de este mueblecito hay un bote cilíndrico, de loza gris claro, decorado con dos guirnaldas de flores azules entre las que está escrito CAFÉ, lleno de unos treinta lápices negros, lápices de colores, rotuladores, bolígrafos y utensilios varios: un par de tijeras, un abrecartas, un cúter, un portaminas. A la derecha, un vaso recto de fondo grueso parcialmente lleno de canicas de vidrio entre las que están metidos diez portaplumas. En primer plano, destacando claramente sobre el paño negro de la mesa, se encuentra una hoja de papel cuadriculado, de formato 21 X 29,7, casi totalmente cubierta por una escritura exageradamente abigarrada, y en la que se puede leer: El escritorio sobre el que escribo es una antigua mesa de joyero, de madera…