2007
3 fotografías impresas a inyección de tinta
110 x 75 cm c/u
“Daniel López Show”
White Box, Nueva York, NY,Estados Unidos
2007
Rodrigos y yo fue mi respuesta al encargo curatorial de Mario Navarro para la muestra “Daniel López Show”, título que tomó de uno de los muchos alias que Augusto Pinochet utilizó para realizar sus millonarios delitos económicos. Más allá del asunto político evidente, el objetivo era, de algún modo, reflexionar también en torno a la identidad, de manera que me propuse hacer un ejercicio de una suerte de camuflaje, utilizando mi imagen y la de dos de los tres artistas participantes de la muestra, que casualmente llevaban por nombre Rodrigo (Rodrigo Lobos y Rodrigo Vergara; no fue posible fotografiar también a Rodrigo Pereda, quien residía en Nueva York).
En distintas sesiones fotográficas realicé una serie de tomas en las que posamos mirando a la cámara, de pié frente a un muro rojo. Fuimos cambiándonos de ropa una y otra vez; muchas veces utilizando la mía, que a ambos Rodrigos –bastante más grandes que yo– les quedaba notoriamente pequeña. Con estas imágenes rearmé los tres retratos a partir de quince módulos rectangulares, procurando reconstruir la continuidad de los cuerpos, pese a los descalces que se producían entre cada módulo que mostraba un trozo de prenda de colores y texturas diferentes.
El título de esta obra, Rodrigos y yo, hace referencia no solo a la anécdota de que en la muestra participaran tres artistas con ese nombre: a esto se suma el hecho de que, a lo largo de la vida, he conocido un número importante de Rodrigos (más de treinta), incluyendo entre otros, a mi padre –Jorge Rodrigo–, a mi exmarido, a mi cuñado y a que casualmente antes de nacer mis padres no imaginaron que yo podría ser mujer, de manera que el único nombre que me tenían reservado era, también, Rodrigo.
2007
3 inkjet-printed photographs
110 x 75 cm.c/u (43,3 x 29,5 in each)
“Daniel López Show”
White Box, Nueva York, NY,Estados Unidos
2007
Rodrigos and me was my response to the assignment of curator Mario Navarro for the show called “Daniel López Show”, title taken from one of the many alias used by Augusto Pinochet to commit its millionaire economic crimes. Beyond the clear political matter, the aim was also, somehow, to think about identity, so I decided to make a kind of camouflage exercise using both my own image and the ones of two of three artists participating in the show, all of whom casually where named Rodrigo (Rodrigo Lobos and Rodrigo Vergara; it was not possible to photograph Rodrigo Pereda, who was at that time living in New York).
In different photographic sessions, I made a serie of shots in which we posed looking at the camera, standing in front of a red wall. We changed our clothes over and over; many times using mine, that was notoriously too small for both Rodrigos —clearly far bigger than me—. With these images I put back together the three portraits starting from fifteen rectangular modules, trying to rebuild the continuity of the bodies, despite the mismatch produced between the modules showing a piece of garment of different colors and textures.
The title of this work, Rodrigos and me, makes reference not only to the anecdote that three artists with that name were participating in the show: to this I must add the fact that, throughout my whole life, I’ve met an important number of Rodrigos (more than thirty), including, amongst other, my father —Jorge Rodrigo—, my ex husband, my brother in law, and the fact that before I was born my parents didn’t imagine that I their child could be a girl, so the only name they had reserved for me was, also, Rodrigo.