2024
Instalación de sitio específico (dibujos impresos por sublimación sobre gasa, dibujos a lápiz de alcohol sobre muro y objetos encontrados; dimensiones variables)
Este conjunto de pequeñas obras –dibujos a partir de fotografías de pequeñas plantas realizadas directo sobre el muro, otros impresos por sublimación sobre gasa y una serie de objetos aparentemente insignificantes)– fueron el resultado de dos meses de trabajo en mi residencia en Galería #420, en Recoleta. Con una vocación de relacionamiento comunitario, a través de distintos talleres con las vecinas y vecinos del barrio San Cristóbal de Recoleta, la residencia tuvo por objeto poner en el centro la observación asombrada y minuciosa, y el cuestionamiento de aquello que se da por sentado, tomando como referencia “lo infraordinario”, término acuñado por el escritor francés Georges Perec para referirse, interrogar y nombrar todos aquellos asuntos cotidianos e insignificantes. Así, las imágenes surgieron a partir de un archivo que se fue construyendo con las contribuciones de fotografías y objetos que las vecinas y vecinos generosamente aportaron al proyecto, lo que permitió sumar su mirada en los dibujos realizados sobre los muros de ese espacio que durante todo el año habían habitado como propio.
Recorrer el barrio en un caminar lento y notar cómo la naturaleza se manifiesta en mínimos detalles, en lo diminuto de un insecto o pequeña planta que crece atrapada en el cemento… Así, cada malva, mostaza silvestre o vinagrillo que crece ‘sin permiso’, es una invitación a detenernos para buscar lo humano en lo pequeño que pasamos por alto, en lo simple y modesto que habitamos, en lo íntimo, en esa voz que resuena dentro nuestro y que, en el apuro, solemos silenciar.
Esta segunda serie de dibujos de Breves apuntes botánicos es una continuación de Plantæ, proyecto colaborativo realizado junto a Danilo Espinoza desde mediados del año 2023 hasta inicios del 2024. Su objetivo fue explorar y reflexionar sobre diversos temas relacionados con la naturaleza, sumergiéndonos en un territorio especulativo y experimental, basado en nuestras experiencias personales con el reino vegetal.
Para enfrentar este proyecto, he decidido recurrir al dibujo –una disciplina que usualmente también pasa desapercibida en mis procesos de obra– como una forma de acercarme a una forma particular de ver, de prestar atención a los detalles, al tiempo que permite entender la estructura que subyace bajo aquello que observo.
De este modo, luego de concluir la primera serie, que fue exhibida en abril – mayo del 2024 en la Casa del Arte Diego Rivera, en Puerto Montt, decidí seguir explorando con el dibujo, esta vez, en escalas de grises de matices levemente distintos. Para ello tomé una serie de nuevas fotografías de pequeñas plantas que crecen en la ciudad, recurriendo a la práctica constante de un caminar atento recorriendo el barrio cercano a mi casa. Estas plantas que pasan comúnmente inadvertidas contribuyen al equilibrio de los ecosistemas, desde su profunda fragilidad. Este encuentro con la complejidad de las plantas, permite reconocer su rol fundamental para lograr un equilibrio y una coexistencia armoniosa entre todas las formas de vida en nuestro planeta.
2024
Site-specific installation (drawings printed by sublimation on gauze, alcohol pencil drawings on wall and found objects; dimensions variable)
This group of small works –drawings based on photographs of small plants made directly on the wall, others printed by sublimation on gauze and a series of apparently insignificant objects – were the result of two months of work in my residency at Galería #420, in Recoleta. With a vocation for community relations, through different workshops with the neighbours of the San Cristóbal neighbourhood in Recoleta, the residency aimed to focus on the astonished and meticulous observation and the questioning of what is taken for granted, taking as a reference ‘the infra-ordinary’, a term coined by the French writer Georges Perec to refer to, question and name all those everyday and insignificant matters. Thus, the images emerged from an archive that was built up with the contributions of photographs and objects that the neighbours generously contributed to the project, which allowed them to add their gaze to the drawings made on the walls of this space that they had inhabited as their own throughout the year.
Walking slowly through the neighbourhood and noticing how nature manifests itself in the smallest details, in the tiny insect or small plant that grows trapped in the cement… Thus, each hollyhock, upright rocket or sourgrass that grows ‘without permission’, is an invitation to stop and look for the human in the small things we overlook, in the simple and modest things we inhabit, in the intimate, in that voice that resounds within us and that, in the rush, we tend to silence.