1999
Instalación mural sobre dos muros, de 310 fotografías impresas a inyección de tinta, de 21,7 x 27,9 cm c/u
Medidas totales 370 x 1.150 cm c/u
“Proyecto de Borde”
Museo de Arte Contemporáneo de Valdivia, Valdivia, Chile
En 1999 comencé una serie de trabajos en los que decidí registrar fotográficamente distintas actividades domésticas cotidianas; aquellas situaciones insignificantes que se repiten de igual modo, una y otra vez. En vigilia fue el primer proyecto de esta serie y en él fotografié a mis hijos durmiendo cada noche, a lo largo de siete meses.
El resultado fue una instalación de dos series de fotografías que dispuse a lo largo de dos muros enfrentados, en el marco de la primera exposición de “Proyecto de Borde”, en el Museo de Arte Contemporáneo de Valdivia. En cada muro se presentaban 310 fotografías: una serie correspondiente a cada uno de mis hijos. Cientos de fotografías en las que era posible distinguir sutiles diferencias: las distintas posiciones al dormir, sus pijamas y ropa de cama que cambiaban de acuerdo a la estación del año, su corte de pelo… Mi interés estaba puesto en el hecho de que cada uno de estos momentos se vuelven invisibles a nuestros ojos debido a su constante reiteración, sin embargo, es justamente gracias a esta repetición que dichas actividades comunes tienen la particular capacidad de construir la sensación de hogar, un territorio seguro que podemos habitar.
1999
Installation on two walls, of 310 ink-jet printed photographs
21,7 x 27,9 cm (8,5 x 11 in) each
Overall dimensions 370 x 1.150 cm (12 x 37,7 ft) each
“Proyecto de Borde”
Museo de Arte Contemporáneo de Valdivia, Valdivia, Chile
In 1999 I began a series of works in which I decided to record photographically various daily household activities; insignificant situations that are repeated in time in the same way, over and over again. In vigil was the first project in this series, in which I photographed my children sleeping every night, over seven months.
The result was an installation of two series of photographs which I arranged along two walls facing each other, as part of the first “Project of a Boundary” exhibition at the Museum of Contemporary Art in Valdivia. In each wall I presented 310 photographs: one series for each one of my children. Hundreds of photographs where it was possible to distinguish subtle differences: different sleeping positions, their pajamas and bedding changed according to the season, their haircut… My interest lied in the fact that each of these moments become invisible to our eyes because of its constant repetition, however, it is precisely because of this repetition that such common activities have the particular ability to build a sense of home, a safe territory that we inhabit.