1998
Instalación de 203 fotografías analógicas blanco/negro, color y monocromas
Dimensiones variables
“203 Fotografías”
Posada del Corregidor, Santiago, Chile
El año 1998 decidí mostrar mi archivo fotográfico completo; aquel que se había ido construyendo con todas las fotografías que había tomado para producir mis obras entre los años 1992 y 1996. Así, por ejemplo, la serie Para hacer en casa (1992) consistió en la realización de cuarenta y dos tomas de autorretratos en los que aparecía posando en distintos lugares de mi casa, seleccionando un total de dieciocho para mi primera muestra individual en el Instituto Chileno Norteamericano de Cultura; o, en el caso de Pequeños Viajes (1994), tomé cuarenta y seis fotografías, a partir de las cuales seleccioné solo cinco que sirvieron para producir la obra que viajaría a Holanda, a mi primera muestra fuera de Chile.
Además de estos dos proyectos, en 203 fotografías exhibí los archivos de Sin título (Fractura) (1992), Matto Grosso (1994), Vivir como soñamos (1995), Recursos Humanos: Se hace querer, Campo Magnético (Cicatrices), (ambos realizados en 1996) y Recursos Humanos: los abismos (1997).
Había decidido mostrar todo, no solo aquello que funcionaba técnicamente, y para ello instalé las 203 fotografías en los muros del segundo piso de la antigua Posada del Corregidor, donde funcionó por varios años un espacio de exhibición relevante para el arte contemporáneo nacional. Desplegadas cual mapa de territorios de diversos colores y texturas, este primer ejercicio retrospectivo lo entendí entonces como un pequeño salto al vacío –lleno del natural vértigo que lo acompaña–, un ejercicio de vaciamiento que tenía como objetivo hacer espacio para nuevos proyectos, nuevas ideas y, sobre todo, nuevos desafíos.
1998
203 analogue black and white, color and monochrome photographs’ installation
Variable dimensions
“203 Fotografías”
Posada del Corregidor, Santiago, Chile
In 1998 I decided to show my entire photographic archive; the one that was build with all of the photos I had taken to make my works between 1992 and 1996. This way, for example, for the production of the Para hacer en casa (To do at home) series (1992) I made forty two self-portraits in which I was posing in different places of my house, finally selecting eighteen for my first solo show at the Northamerican Chilean Institute of Culture; or, in the case of Pequeños Viajes (Small trips) (1994) I took forty six photographies, from which I selected five to produce the work that would travel to Holland, to my first show abroad.
In addition to this two projects, in 203 photographs I exhibited the archives of Untitled (fracture) (1992), Matto Grosso (1994), To live as we dream (1995), Human Resources: Lovable, Magnetic Field (scars), (both made in 1996) and Human Resources: Abysses (1997).
I had decided to show everything, not only the technically correct and, for that, I installed 203 photographs on the walls of the old Posada del Corregidor’s second floor, a relevant national contemporary art space for several years. Deployed as territories’ maps of different colors and textures, I understood this first retrospective exercise as a leap of faith —accompanied by the natural vertigo it implies—, an emptiness exercise meant to make room for new projects, new ideas and, above all, for new challenges.