Lorem Ipsn gravida nibh vel velit auctor aliquet.Aenean sollicitudin, lorem quis bibendum auci elit consequat ipsutis sem nibh id elit

FOLLOW ME

TWITTER GPLUS FACEBOOK BEHANCE PINTEREST

Ejercicios de cuarentena (o de cuando aprendí a tejer a crochet y no supe cómo parar)

2020

Colección de sacapuntas chinos adquiridos en un boliche del metro de Buenos Aires, y algunos otros prestados por amigos, intervenidos con tejido a crochet

de lo que iba a ser, pero no fue; lo que nunca imaginé, pero sí sucedió, y el intento de ajuste entre todo eso
Sala de Arte CCU, Santiago, Chile
2020 – 2021

 

Entre los años 2003 y 2009 tuve la oportunidad de viajar a Buenos Aires en varias ocasiones. Un día, al tomar el metro, me encontré con un boliche que vendía sacapuntas metálicos hechos en China y que reproducían objetos de inicios del siglo XX como un gramófono, un teléfono candelabro y una máquina de coser a pedal. Lo que empezó como una entretenida casualidad se transformó en una pequeña colección de mini antigüedades: en cada viaje a Buenos Aires pasaba por ese boliche y compraba otros sacapuntas que traje de vuelta a casa. No volví a reparar en ellos hasta hace unos meses cuando, en plena cuarentena, las ganas de aprender algo nuevo me llevaron a ‘completar’ estos objetos.

 

Así surgió Ejercicios de cuarentena (o de cuando aprendí a tejer a crochet y no supe cómo parar), serie miniatura en la que, gracias al encierro en casa y mi hábito de tejer, la casualidad se transformó en obra y la función en representación.

 

 

Quarantine exercises (or when I learned to crochet and did not know how to stop)

2020

Collection of Chinese pencil sharpeners acquired in a bowling alley in the Buenos Aires metro, and some others lent by friends, intervened with crochet fabric.

 

Between 2003 and 2009, I had the opportunity to travel to Buenos Aires on several occasions. One day, while taking the subway, I came across a small kiosk that sold metal pencil sharpeners made in China which reproduced objects from the early 20th century such as a gramophone, a candelabra telephone, and a pedal-powered sewing machine. What started as an entertaining coincidence turned into a small collection of mini antiques: on every trip to Buenos Aires I passed by that kiosk and bought other pencil sharpeners that I brought back home. I didn’t notice them again until a few months ago when, in the middle of quarantine, the desire to learn something new led me to ‘complete’ these objects.

 

This is how Quarantine exercises (or when I learned to crochet and didn’t know how to stop) emerged, a miniature series in which, thanks to confinement at home and my habit of knitting, chance became a work and the function became a representation.

 

Category: